Veinticuatro meses después [Abierto]

Se había pasado toda la tarde en la cocina, después de todo, no todos los días tu pequeña estrella cumple dos años de vida; por un momento se quedó perdido en recuerdos.
—Pasa... Que tiene unos piecitos muy bonitos
—¿¿de... de... de verdad??
—De verdad
—¿¿E... e.... ese... ese es nuestro... bebe??
—Si... Ese es nuestro bebe, ya reclamando... ¡Lo escuchas? Sera un buen cantante.
Finalmente el sonido del temporizador lo sacó de aquel estado de ensoñación, recordándole que debía sacar el pastel del horno, por lo que se puso los guantes de cocina y sacando el bizcocho, lo llevó a la nevera para que se enfriara antes de ponerle el merengue.
Pasado el tiempo pertinente, se encargó de revisar los bocadillos, las bebidas y parte de la decoración en la mesa de dulces que colocó en la sala, para finalmente colocar la torta de cumpleaños en la parte principal, escuchando luego el grito de su hijo.

—Omma, omma... OMMMAAAA

Los gritos de su pequeño lo hicieron ir corriendo hasta la habitación donde había dejado al pequeño vistiéndose con el trajecito de pantalón, camisa y chalequito que le había comprado, soltando la carcajada al ver el lío que se había hecho con las prendas.

—Aigoo... cielito mio... deja que te ayudo....

Se acercó a acomodar la ropa de su hijo hasta dejarlo completamente bien vestido y peinado.

— Ahora si, el niño del cumpleaños está listo
— Omma... ¿en... va... venid?
— Ammm... es sorpresa amor, es sorpresa...

No quería desanimar a su pequeño, pues a pesar de haber invitado a varias personas, no creía que fueran muchas, solo esperaba que su novio pudiera llegar al tiempo de al menor desearle un feliz cumpleaños a su hijo.

Había desaparecido mucho tiempo de la vida de su ahijado, pero había regresado justo porque sabía que era su cumpleaños número dos. Mentira, ni se acordaba, sino es por el mensaje que el gordo le había mandado momentos antes. Por fin llegó a la casa de sus amigos y tocó de manera ritmica en la puerta un par de veces.

-Gordooooo, gordito de mi amor, ven y ábreme

— Omma, Omma... ocan... ocan...

Su hijo se removió en sus brazos, queriendo correr a abrir la puerta como cada vez que escuchaba que alguien estaba en la misma.

— Vamos a abrir pues, vamos a abrir

Rió divertido mientras se encaminaba a la puerta, bien sabía quien era, aquel tono de voz y la forma en como lo llamaba, le da una respuesta de a quién encontraría al abrir.

— Eeeeen... eeess?

Nuevamente rió ante la pregunta de su hijo, abriendo finalmente la puerta, observando como su bebé se le quedaba mirando al mayor con los ojitos muy abiertos, pues realmente no le reconocía.

Utilizó su mejor sonrisa al ver la puerta abrirse, manteniendo la misma hasta irla quitando de a poco al ver la cara que ponía el pequeño, ya no tan pequeño.

-No mames! Está bien pinche grande! tanto tiempo había estado lejos?

Preguntó sorprendido ante el tamaño del niño y la manera en como se veía que era inteligente, claro que eso no lo había sacado de sus padres, definitivamente no.

-Puedo pasar?

Volvió a casa luego del trabajo como de costumbre, salvo que esta vez había pasado por el centro comercial para comprarle algo a su pequeño. Había pasado un buen rato pensando que le compraría hasta que se decidió por uno de esos autos para niños que estaba seguro le gustaría a su hijo. Costosamente caminó algunas cuadras con la caja, envuelta en papel de regalo y un moño, en las manos, logrando ver a su desaparecido amigo en la puerta desde lejos.

- HongStar, no traigas indigentes a la casa... Solo dale dinero y que se vaya.

Bromeó, empujando al contrario con la caja para que entrara de una vez; seguido de él. Lo primero que hizo fue dejar el regalo en el suelo para tomar primero a su bebé en brazos y llenarlo de pequeños besitos.

- Que guapo esta, mi niño grande!

— Ey! no utilices ese vocabulario frente a mi bebé!

Lo retó al escuchar aquellas palabras malsonantes. Su pequeño ladeó la cabeza, mirando alternadamente a uno y otro.

— Omma... ¿en... es?
— Este, JaeHyunnie, es un hyung feo, amigo de appa.
— Eee.... e... amigo... e... appa? y... o que... nuca... vene?
— Porque está loco...

Rió divertido ante su propio comentario y antes ded que el mayor pudiera reclamar, algo lo empujó desde afuera y fue en ese momento que se percató de la llegada de su novio, sonriendo más que amplio por verlo, por sus palabras y porque había llegado finalmente.

— ¡¡APPAAAAA!!

Su pequeño se dejó tomar abrazándose de su cuello, riendo ante sus besitos y asintiendo luego al escucharlo.

— Neee... mi... oy... apo... muy apo... y soy... gaaaaande.... Appa.... si... ceto... que... ete. hyung... feo... es... amido tuyo?

Le preguntó mientras su invitado pasaba dentro de la casa y el pequeño se recargaba en el hombro de su appa, sintiéndose protegido del extraño.

— Ey! no utilices ese vocabulario frente a mi bebé!

Lo retó al escuchar aquellas palabras malsonantes. Su pequeño ladeó la cabeza, mirando alternadamente a uno y otro.

— Omma... ¿en... es?
— Este, JaeHyunnie, es un hyung feo, amigo de appa.
— Eee.... e... amigo... e... appa? y... o que... nuca... vene?
— Porque está loco...

Rió divertido ante su propio comentario y antes ded que el mayor pudiera reclamar, algo lo empujó desde afuera y fue en ese momento que se percató de la llegada de su novio, sonriendo más que amplio por verlo, por sus palabras y porque había llegado finalmente.

— ¡¡APPAAAAA!!

Su pequeño se dejó tomar abrazándose de su cuello, riendo ante sus besitos y asintiendo luego al escucharlo.

— Neee... mi... oy... apo... muy apo... y soy... gaaaaande.... Appa.... si... ceto... que... ete. hyung... feo... es... amido tuyo?

Le preguntó mientras su invitado pasaba dentro de la casa y el pequeño se recargaba en el hombro de su appa, sintiéndose protegido del extraño.

Había llegado tarde y era algo le molestaba, usualmente habría salido antes de casa para llegar aun un poco antes de la hora estipulada por si podía ayudar en algo, pero ya no habia nada que pudiese hacer, reviso varias veces la hoja en la que habia escrito al dirección a la que debia ir, encontrandose de inmediato con aquellos con aquellas cuatro aun en la puerta, aun que era bastante facil de identificar quien era el festejado entre ellos

— Hola -saludo un tanto nerviosa al no saber si estaba interrumpiendo algo importante- Disculpa por venir tarde HongKi, aun que creo no he sido la unica -llevando su mirada de inmediato a Simon-

Escuchó la molesta voz del mayor llamarlo indigente y estuvo a punto de decirle unos cuantos insultos, cuando se percató de la mirada de reprobación por parte de su otro amigo, por lo que, por única vez, guardó silencio, eso hasta escuchar como lo llamaban feo.

- Ey! yo no soy feo, acaso no ven esta agradable percha?

Se dio una vuelta frente a los otros tres, riendo un poco al escuchar las palabras entrecortadas del pequeño, no cabía duda que encajaría perfectamente en el grupo de amigos que tenían, irreverente, presumido y consentido.

-Oye tú! pequeño. Que ya he dicho que no soy feo y...

Sus palabras se vieron interrumpidas ante la llegada de una persona más, volteando a la puerta en cuanto escuchó aquella voz femenina, era raro ver a una chica en casa de sus amigos, tan gays ellos dos, era definitivo que la recién llegada debía de ser una amiga del más joven, que era a quien se había dirigido en inicio; sin embargo, no pasó por alto el comentario acerca e su llegada, por lo que la miró fijamente antes de responder.

-Pues he llegado antes, así que sigues siendo quien llegó tarde después de todo.